Juan Vte. Santacreu – 21/1/2018 – De vez en cuando hacemos una escapada a La Alpujarra rural para desconectar de la vida cotidiana de la cuidad, recargar las pilas y oxigenar el espíritu que tan importante es mantenerlo en perfecto estado al igual que el cuerpo.
Pasar un fin de semana en La Alpujarra se hace corto, muy corto, pero a pesar de ello creo que es necesario hacer un alto en el camino para distanciarnos de los problemas cotidianos e imprimir un nuevo punto de vista a nuestros proyectos personales y familiares. Es más, si yo fuera Presidente del Gobierno impondría cada trimestre cuatro días de fiesta consecutivos “recuperables” para que todos los trabajadores disfrutaran de las ventajas de un alto en el camino.
Las ventajas a nivel nacional de disfrutar de unos puentes de vez en cuando son muy importantes. Cito algunas:
-Se fomentaría el turismo nacional y el consumo interno.
-Se fomentaría la cultura nacional tan degradada en los últimos años por culpa de las culturas tribales tan endogámicas.
-Se fomentaría el turismo gastronómico.
-Se fomentaría el alojamiento y las casas rurales de alquiler.
-Se favorecería económicamente a las poblaciones rurales de interior.
-Se favorecería eso tan cacareado por los políticos que llaman conciliación familiar.
-Se favorecería el rendimiento laboral y la productividad de los trabajadores.
Y supongo que muchas cosas más. En cambio las empresas no se verían afectadas ya que como he dicho antes serían días festivos recuperables. Por tanto las empresas no se verían perjudicadas, el consumo nacional se activaría y los ciudadanos serían un poco más felices. Sí, felices, eso que le importa una mierda a los políticos. ► La Felicidad de los ciudadanos
Cada año los trabajadores comprobamos que disponemos de menos puentes por culpa de los gobiernos tribales que acomodan los días festivos a su conveniencia, y si a esto añadimos la crisis económica que ya dura 10 años podemos ver cómo las poblaciones de interior tienen las casas rurales vacías casi todo el año y cómo los restaurantes sólo sobreviven de turismo diurno.
Los políticos españoles demuestran continuamente ser unos miopes económicos incapaces de tomar decisiones a larga distancia. Esto es lo que diferencia a un político de un estadista.
Una vez más puedo afirmar que ni los políticos saben gobernar ni los ciudadanos saben elegir a sus gobernantes.
Y como siempre digo, nada de lo que denuncio me afecta. Así lo pienso y así lo digo desde La Alpujarra.
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Hacer alguna escapada de vez en cuando o cuando lo permite la legislación laboral en alguno de esos escasos puentes que los políticos nos regalan es una idea genial para recargar las pilas. Lo que me llama la atención es que no todos los puentes los políticos los hacen festivos pero lo que sí que he observado que ellos sí que se lo toman festivo por decisión propia sin que la masa borreguera se dé cuenta y es que no hay nada más imbécil que un rebaño adoctrinado…
La felicidad
Uno de los aspectos que a los políticos les resbala es la felicidad ciudadana. Recuerdo que hace muchos años un político americano, no recuerdo quien era, le aconsejaba a Aznar que cuando la masa borreguera se encabritara se le ponía un impuesto nuevo, si continuaban encabritados, se le subía y si finalmente se calmaban se les bajaba un poco pero se quedaban con un impuesto nuevo y además felices. Parece exagerado pero es así, basta observar la historia reciente y se puede comprender por qué tenemos tantos impuestos y además con el beneplácito de la masa borreguera….
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Yo trabajo en una empresa de repuestos del automovil y todos los puentes los recuperamos y seria interesante que los politicos y Rajoy contemplaran estos argumentos porque parece que estan en contra de los puentes festivos pero ellos siempre los disfrutan.
Muy acertado como siempre.
disfruta Juanvi, no descansas ni en vacaciones. Siempre dando en el clavo