¿Cuánto han trabajado este año los políticos?

¿Cuánto han trabajado este año los políticos?
¿Cuánto han trabajado este año los políticos?

2/8/2019 – Los políticos españoles no es que sean unos perros que no les guste trabajar, la realidad es que no hay tanto trabajo para tanto perro acomodado en las instituciones.

Veamos, cualquier estado de EEUU es tan grande como España y cuenta con cincuenta estados con una población total de 327 millones de habitantes, pues bien, España tiene más políticos que viven de sueldos públicos que todo Estados Unidos de América. Solo este dato debería hacer reflexionar a muchos ciudadanos que pagan con su dinero los sueldos de esta casta política.

Aunque en principio pueda parecer que los sueldos de los políticos americanos son más altos que los españoles, esto no es así ya que desde Lazarillo de Tormes en España somos especialistas en jugar al despiste. Nuestros amos, los políticos, aparte del sueldo neto, cobran bonos de desplazamiento, taxis o coche oficial, todos los gastos tecnológicos incluidos teléfono e Internet y por supuesto dietas. Suculentas dietas y no precisamente para adelgazar.

Estamos en julio y este año 2019 los políticos aún no han empezado a trabajar, cosa que agradezco. Los políticos han dado un respiro a las libertades de los españoles. No te olvides que nuestros gobernantes solo trabajan para hacer maldades, regulaciones prohibiciones, creación de nuevos impuestos o subidas de los ya existentes, tasas cánones y demás mierdas.

No obstante, si queremos justificar este año el trabajo de los políticos, no podemos. En Navidad tuvieron un mes de vacaciones seguidos por la inactividad política por las elecciones que luego empalmaron con Semana Santa y a continuación con los debates de investidura para repartirse España. Ahora empalmarán con las vacaciones de verano. Y esto aún no ha terminado.
¡Decidme cuánto han trabajado este año los políticos!

El buenismo y el imbecilismo* –anótese nuevo palabro-  invaden la sociedad y esto es muy peligroso para nuestros bolsillos y para nuestra libertad.

Así lo pienso y así lo digo. – Juan Vte. Santacreu

* Imbecilismo: Imbecilidad colectiva con características epidémicas. La fauna hispánica es tan rica y variada que tenemos que inventar palabros nuevos para poderla describir.

Esta semana he escrito este post que quizá te interese:

Análisis sobre la profesión vitalicia de los políticos en España

La profesión política en España se ha convertido, más que en un servicio público, en una carrera vitalicia con privilegios difícilmente justificables en una democracia moderna. A diferencia de otros países, donde la política suele ser una etapa temporal de la vida profesional, en España todos los dirigentes hacen de ella su única fuente de ingresos durante su vida. Y luego con las puertas giratorias. No es casualidad que España tenga más políticos viviendo del erario público que Estados Unidos entero, un país con una población siete veces mayor y una estructura institucional infinitamente más compleja. Este simple dato debería provocar un terremoto político y social, pero aquí apenas genera un suspiro resignado.

El problema no es solo la cantidad, sino el diseño mismo del sistema: sueldos opacos, complementos, dietas generosas y un sinfín de ventajas que convierten la política en un refugio confortable para quienes no tendrían recorrido ni competitividad real en el sector privado. Mientras el ciudadano común debe justificar cada euro ante Hacienda, los políticos disfrutan de coches oficiales, gastos pagados y compensaciones de desplazamiento, aunque vivan a dos manzanas del Parlamento. Y luego nos venden la idea de «vocación de servicio».

Además, su productividad es tan cuestionable como sus privilegios. En años como 2019 —y podríamos decir lo mismo de otros— el calendario político parece una sucesión ininterrumpida de vacaciones, campañas electorales, negociaciones estériles y parálisis institucional. Cuando trabajan, suelen hacerlo para ampliar el aparato estatal, crear más regulaciones, prohibiciones y, por supuesto, nuevos impuestos. Cuando no trabajan, paradójicamente, los ciudadanos respiran un poco mejor.

La política española se ha convertido en una maquinaria diseñada para mantenerse a sí misma, no para servir a la sociedad. Y mientras esta casta continúe viviendo de la política como si fuera una herencia feudal, poco cambiará. El problema no es individual: es estructural. Y es hora de decirlo sin eufemismos.

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