3/3/2018 – Mucho se está hablando del fenómeno de Tabarnia y no he querido dejar pasar esta ocasión para escribir unos cuantos apuntes en la web de Masby sobre el tema. Creo que todo lo que Tabarnia representa se puede resumir en esta frase: Tabarnia es la mofa a la estupidez.
Espero que os guste, sed felices y a españolear…
Tabarnia: la mofa a la estupidez
El fenómeno de Tabarnia no nació como un proyecto político real, sino como una reacción social cargada de ironía frente al separatismo catalán. Más que una propuesta territorial, Tabarnia funciona como un espejo satírico que devuelve a los independentistas sus propios argumentos, pero aplicados al revés. Su fuerza no está en la viabilidad jurídica, sino en su capacidad para exponer contradicciones y ridiculizar planteamientos identitarios que, en pleno siglo XXI, chocan con un mundo que tiende a la integración económica y política.
El auge de este concepto parte de una fractura real dentro de Cataluña: por un lado, el interior rural donde el independentismo ha arraigado profundamente; por otro, el eje urbano y litoral —Barcelona y Tarragona— donde predomina un sentimiento más pragmático, menos nacionalista y más vinculado al conjunto de España. Tabarnia simboliza esa Cataluña que no comulga con discursos victimistas ni con proyectos de ruptura.
Socialmente, Tabarnia funciona como válvula de escape para una parte de la población harta de ser señalada o silenciada por no seguir el dogma secesionista. Políticamente, ha servido para poner contra las cuerdas el relato independentista demostrando que, si cualquier territorio puede “decidir”, entonces esa lógica puede fracturarse indefinidamente. La sátira deja al descubierto que el separatismo no busca cohesión, sino privilegios, identidades excluyentes y una narrativa emocional que se alimenta de agravios artificiales.
Aunque Tabarnia no vaya a convertirse en una entidad política real, ha logrado algo más valioso: obligar a debatir sobre la fragilidad del discurso nacionalista, sobre el uso partidista de la lengua y sobre la dejación de funciones de una clase política incapaz de garantizar neutralidad institucional. Es la prueba de que, cuando los políticos fallan, la sociedad busca sus propias formas —a veces humorísticas, a veces provocadoras— de defenderse.
Eran los primeros independentistas de separatistas… Leer más ► Tabarnia
Te dejo el último artículo de mi blog:
El presidente que parecía Presidente
Cuando Mariano Rajoy llegó a la presidencia del Gobierno era un presidente que parecía un Presidente pero el tiempo lo puso donde se merecía y lo convirtió en el mayor calzonazos de la Historia. Tuvo mayoría absoluta y podía haber hecho lo que le diera la gana. Frenar a los separatistas y así no hubiera nacido Tabarnia, eliminar la ley de memoria histórica, quitar todos los millones de subvenciones que reciben todas esas bandas de chupópteros organizados, eliminar la ley de costas, implantar la ley de punto final contra todos los que siguen cambiando nombres y calles supuestamente franquistas, etc. Pudo hacerlo todo y solo hizo el gilipollas durante siete años…
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